Hay un hombre en el túnel, persiguiéndonos incansablemente. Es una escena de El hombre atapado (1941), de Fritz Lang. Tiene tanto miedo a alcanzarnos como nosotros a ser cazados por él. Ánimo, ya queda menos para lo uno o lo otro. Tantas veces hemos soñado con un túnel vacío... ¿Qué habrá al final de este túnel? Me pregunto cada cuánto pasa un tren por aquí, cuál es la frecuencia. Seguiré agazapado entre las sombras húmedas y llenas de hollín hasta que pase el miedo. Pero, ¿cada cuánto pasa el miedo por esta estación? No debería preocuparme tanto por la frecuencia; como siga respirando tan fuerte, me va a oír el tipo del sombrero de ala ancha, el hombre del traje gris. Shhh...
viernes, 5 de junio de 2009
El salvador
Tron (1982) relata las aventuras de un programador de videojuegos (hoy sería un ingeniero informático desarrollador de aplicaciones) que se ve atrapado en un mundo minimalista donde el tirano es un software maligno y los programas buenos son héroes que se baten el cobre en juegos de gladiadores. La película cuenta con el icónico Jeff Bridges en el papel del programador. La película, de argumento sencillo y sin mayores pretensiones filosóficas, dejó el listón bien alto y no consigo encontrar en los últimos 30 años de cine un hito visual más potente y singular. Hay que agradecérselo a los artistas Syd Mead y Jean Giraud (el gran Moebius).
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