Podemos captar la profundidad rota súbitamente por la arboleda al fondo, y la dirección que nos marcan las rectas y la fuente rectangular, señalando un punto en el falso y tapado horizonte, probablemente una estación de tren llena de almas; también unos planos inclinados que se cortan en nuestra imaginación, en el centro de la imagen, y el dominio de la escala de unos bloques de viviendas a la izquierda, construidas en los años ochenta; unas figuras como espectrales que pasean por la orilla de un pequeño estanque o fuente ornamental y se detienen junto a una enorme tortuga hueca de hierro fundido que mira al infinito; y un cielo inquietante cargado de deudas bancarias y miedos financieros. Está a punto de llover de forma torrencial y borrar todo eso del mapa. Será por la estación en la que estamos, pero tengo mucho frío.
La tortuga de hierro, la fuente y las praderas violetas en pendiente se encuentran en la Plaza Central de Tres Cantos (Madrid).
La tortuga de hierro, la fuente y las praderas violetas en pendiente se encuentran en la Plaza Central de Tres Cantos (Madrid).