martes, 8 de enero de 2008

Soy hermosa



El agua pone a mi cara
unos tornasoles verdes,
una guirnalda de algas
y un temblor resplandeciente.
Prima de la luz parezco,
y mis cabellos parecen
veneros de plata oscura,
chorros de metal perenne.
Es de cogollos de vidrio
mi cuerpo y casi celeste,
mi piel de escarcha rizada,
de estrella lanar mi especie.
Son mis ojos oro tierno,
oro tierno son mis sienes
y espuma suspiradora
mi garganta relente.
El movimiento del agua
me recoge y me distiende,
y plegada y desplegada
en sus columpios me mece.
A través de su color,
entre empañado y luciente,
me veo como grabada
en un diamante de nieve
y como helada en un mármol
que se marcha y que se mueve.
Soy hermosa.
Soy hermosa...

El labrador de más aire (1937)

Miguel Hernández

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